lunes, 24 de mayo de 2010
Hay cenizas en el placard
y también un poco de verdad
en eso de que al amor
no lo mata el tiempo ni la distancia.
Hay recuerdos en el diván
que son como fantasmas nuestros
que se sientan a conversar
por horas y horas, no terminan mas.
Yo no los logro escuchar
solo los puedo observar y son
tan nítidos tan naturales.
Ella lo acaricia, el la besa
yo tiemblo por dentro y desvanezco
el fantasma soy yo
la casa es de ellos…
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Sucede que a veces las paredes cobran vida... y un remolino de olores y sensaciones invade el ambiente... y nos sentimos testigos de nuestra vida.. que se proyecta como un film con final ya conocido...
ResponderEliminarEntonces me siento en un almohadón con un gran tazón de café y unas tostadas... y me dispongo a disfrutar de la historia... una vez más...